Cirugía para Reemplazo de Rodilla
Las rodillas cumplen la función de articulaciones bisagras, proporcionando movimiento y fricción. Al dañarse esta vital función es necesario intervenir quirúrgicamente creando una articulación artificial para reemplazar el hueso dañado y el cartílago. Este procedimiento se llama reemplazo de rodilla y es una de las técnicas más comunes de las cirugías ortopédicas.
¿Cuándo es necesaria esta cirugía?
La cirugía de reemplazo de rodilla es apta para pacientes con dolor intenso y prolongado al caminar, subir escaleras, levantarse o sentarse. Al igual, si se presenta dolor severo aún estando en reposo. Esta cirugía también es para personas con piernas arqueadas o pacientes que no responde a tratamientos, como las inyecciones de cortisona.
Durante el procedimiento, se retira el extremo del fémur y se reemplaza con una cubierta de metal. El extremo del hueso de la parte inferior de la pierna, conocido como tibia, también se retira y se coloca una pieza de plástico canalizada con un vástago de metal.
¿Existen riesgos o complicaciones?
Mientras que el 90% de los pacientes informaron una reducción drástica del dolor y mejora en la movilidad. Esta cirugía no es para todos. Los riesgos del reemplazo de rodilla incluyen:
- Coágulos de sangre en las piernas que se pueden desplazar a los pulmones.
- Infección, náuseas y vómitos, generalmente relacionados con los analgésicos prescritos.
- Dolor crónico en la rodilla y rigidez.
- Hemorragia en la rodilla, daño en los nervios o lesión en los vasos sanguíneos.
- Además, los riesgos de la anestesia que incluyen daño potencial al corazón, pulmón, riñón e hígado.
Cada paciente es único, pero su cirujano probablemente no recomiende correr un maratón. En su lugar es importante conocer el tipo y la magnitud de los daños provocados a los huesos, cartílagos y ligamentos y comprender cuál es la causa de su dolor para poder decidir un plan de tratamiento.